El Real Madrid saltará esta tarde al Santiago Bernabéu con la obligación de ganar al Celta si quiere mantener vivas sus esperanzas de ganar el título de Liga. La victoria del Barcelona contra el Valladolid en Pucela amplía la brecha al frente de la clasificación hasta los siete puntos (con un partido más) y deja al cuadro blanco sin margen de error en sus aspiraciones de revalidar el campeonato liguero.
Esto significa que si el equipo de Carlo Ancelotti empata o pierde contra el Celta en Chamartín el Barcelona tendrá en su mano cantar el alirón si se lleva el Clásico de la semana que viene en Montjuic. Apenas dos semanas después de la derrota en la final de Copa del Rey, los de Hansi Flick tendrían en su mano celebrar un nuevo título en las narices de su eterno rival, algo que ya ha sucedido en la Supercopa de España y en la Copa.
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El Real Madrid sabe que juega sin red ante un Celta de Vigo que quiere apurar sus opciones de clasificarse para la Europa League la próxima temporada. El conjunto de Claudio Giráldez llega a la cita en una buena dinámica y con ganas de revancha por la polémica eliminación en los octavos de final de la Copa en este mismo escenario.
El Real Madrid, en cuadro en defensa por las recientes lesiones de Rüdiger, Mendy y Alaba, también cuenta con la baja de última hora de Rodrygo. Además, los blancos tienen a tres apercibidos que en caso de ser amonestados se perderían el Clásico por acumulación de amarillas: Tchouaméni, Lucas y Ceballos.