Al Girona se le ha olvidado ganar. Los de Míchel tenían en la palma de la mano romper la racha de diez jornadas sin vencer cuando vencían al Leganés 0-1 gracias a un gol de Stuani y los madrileños jugaban con un hombre menos desde el 19 de la primera. Los cambios no le fueron bien al conjunto catalán y el rival, poco a poco y con más corazón que cabeza, se lo creyó. En el añadido, Danjuma perdió un balón en la banda izquierda y eso propició un transición que acabó en gol de Munir y un mazazo en el mentón, donde más duele, y sin tiempo de reacción.
El empate impide al Girona alejarse hasta los cinco puntos del descenso y se queda a solo tres de Las Palmas, el primer equipo que bajaría a Segunda. También le priva de eliminar a un equipo de la ecuación en la lucha por el descenso como el Leganés, conjunto al que dejaba a ocho puntos quedando 15 en disputa y al que mantienen a cinco. Desde hace semanas no hay ni una buena noticia para el Girona de Míchel. Todo son señales de descenso pese a que hay margen, tres puntos, y tiempo, cinco jornadas, para evitar lo que sería un desastre de dimensiones siderales. De la Champions a Segunda.
Los veteranos, en el campo
En un momento delicado y con la confianza del equipo pendiendo de un hilo debido a la mala dinámica y la situación en la que se ha visto envuelto, Míchel no dudo en sacar un once repleto de jugadores veteranos que ya han vivido situaciones parecidas a las actuales. El de Vallecas no dudó en alinear a Stuani, Portu y David López en el once junto a Blind, Arthur, Yangel Herrera y Tsygankov, curtidos en batallas, además de Arnau Martínez, que forzó para recuperarse de unas molestias musculares -es uno de los capitanes- o Miguel Gutiérrez, jugadores claves en los esquemas del técnico.
En total, Míchel hizo cuatro cambios respecto al once que perdió ante el Betis -ya iban 0-3 al descanso- sacando del equipo a Francés, Iván Martín, Asprilla y Danjuma. Y Stuani y Portu respondieron a la llamada de su entrenador hasta que las fuerzas aguantaron. El charrúa metió su octavo gol del curso y el de Beniel forzó la roja de Cissé y asistió a su inseparable para el 0-1. Un cuento que parecía bonito y todo.