El FC Barcelona tiene su décima Liga, la sexta consecutiva, a punto de caramelo. Después del triunfo este domingo ante el Deportivo (4-0), será dentro de siete días en Sevilla, ante el Betis, cuando las azulgrana tendrán el primer ‘match ball’ dependiendo de sí mismas.

Este domingo, justo un año después de aquel inolvidable 4 de mayo de 2024 donde el equipo se proclamó campeón de Liga en Granada, todas las miradas estaban dirigidas a la ciudad nazarí donde jugaba el Real Madrid ya que, si pinchaba, el alirón era posible. Pero no, las blancas se impusieron con suspense por 1-2 y el título culé tendrá que esperar unos días.

Galería Barça – Deportivo, en imágenes Alejandro García / EFE

El Barça salió al terreno de juego con un ojo puesto en las noticias que llegaban desde el banquillo, atentas a Granada, pero más por curiosidad que por tensión. El equipo sabía que tenía que ganar sí o sí y que si las blancas no perdían puntos ante el cuadro andaluz habría una nueva ocasión en siete días. El objetivo era dominar, generar peligro y vencer al Deportivo, y la prueba de que cumplieron el plan a la perfección es que Cata Coll no tocó su primer balón asta el minuto 37, y porque se acercó a medio campo buscando clemencia de alguna compañera que le prolongara algún pase ante un Deportivo encerrado en su área.

Por aquel entonces el marcador era ya de 2-0 con doblete de Pajor. La polaca abrió la lata en el minuto 13 al aprovechar un despeje de una defensa a tiro de Sydney después de una buena jugada de Ona por la derecha.

Fue ese carril el que más peligro le generó al cuadro gallego y de nuevo por allí llegó el segundo. Triangulación que acaba en los pies de Ona, centro de la lateral y remate de cabeza de Pajor para poner el segundo.

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Tras el descanso siguió el mismo guion y el Barça monopolizó el control del balón pero no materializó las ocasiones que iba teniendo. Primero Vicky se estrelló en el larguero y más tarde Jana obligó a Inés Pereira a lucirse. 

El Barça generaba pero no materializaba, hasta que Alexia puso el tercero después de un nuevo larguero, en este caso de Pina, con un buen remate potente. La capitana azulgrana, no contenta con el gol, se vistió de asistente a diez para el final para que Aitana rematase raso y ajustado al palo para firmar el cuarto del equipo de Pere Romeu.