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Mbappé tiene un esguince de tobillo, llegaría a la final de la Copa del Rey (1:49)
Kylian Mbappé sufre una torsión de tobillo, pero estaría recuperado para la final de la Copa del Rey ante el Barcelona que se disputará el 26 de abril en La Cartuja. (1:49)
MADRID — Tras la eliminación y derrota a manos del Arsenal en la Champions League, el Real Madrid afronta su siguiente compromiso en LaLiga contra el Athletic Club sumido en un mar de dudas y, por si fuera poco, con otra baja importante como Kylian Mbappé.
Dudas de juego, dudas colectivas y, por supuesto, dudas individuales. La gran pregunta es si con la baja de Mbappé (obligada por su expulsión ante el Alavés, aunque su lesión ante el Arsenal igual lo hubiera marginado del partido de este domingo) el Real Madrid podrá afrontar con garantías un duelo tan complicado.
Kylian Mbappé se duele tras lesionarse ante Arsenal Getty Images
Poco faltó para que el Celta de Vigo les diera una increíble oportunidad cuando estuvo al frente durante más de 15 minutos frente al Barcelona con un triplete de Borja Iglesias, pero los azulgranas remontaron en el tiempo agregado con un penalti sobre Dani Olmo que Raphinha convirtió en tres puntos para mantener el liderato y aumentar su ventaja siete puntos, lo que obliga al Real Madrid a ganar para intentar llegar al Clásico de Liga del 11 de mayo con la menor distancia posible.
Para Mbappé no ha sido un buen año. A las dudas de la primera vuelta hay que sumarle un buen final e inicio de 2025 con números destacados. Sin embargo, el madridismo le pide más al francés.
Hasta el momento lleva 22 goles en liga, siete goles en la Champions League y 33 en total que le permitieron igualar los tantos de Cristiano Ronaldo en su primera campaña en el Real Madrid. En ese aspecto hay poco que achacarle al ex jugador del Paris Saint-Germain.
El problema viene en el juego. Sus sensaciones nunca han sido las mejores desde el inicio. Sus primeros meses fue abucheado y su falta de adaptación fue notoria. No estaba cómodo, se estorbaba con Vinícius Júnior y, a pesar del énfasis del brasileño en buscarlo para ayudarlo, no cuajaron. Con el penalti fallado en San Mamés, Mbappé tocó fondo. Y qué curioso que, en su peor momento desde entonces, el Athletic Club vuelva a cruzarse con el Real Madrid.
Y es que Mbappé lleva una semana horrible. Inexplicablemente fue expulsado en el último partido contra el Alavés después de una entrada terrorífica a Antonio Blanco. Nadie lo entendió y vio una tarjeta roja más que justa.
Ni los propios compañeros entendieron su comportamiento en una jugada que no revestía ninguna peligrosidad, según relatan dos fuentes a ESPN: “Fue un sin sentido, seguramente, fruto de la impotencia porque le estaban dando muchas patadas”.
Aun así Mbappé tiene que estar por encima de esas circunstancias. ¿O acaso a Cristiano Ronaldo o a Messi no les daban patadas también? Entendiendo que es un año de aterrizaje, al francés se le ve muy nervioso. Y frustrado. Su partido de Vuelta contra el Arsenal fue insuficiente para lo que el madridismo espera de alguien como él. Además, con motivo de su cambio por lesión, volvió a escuchar los mismos silbidos que escuchó a principio de temporada. Con lo que ese extra de nervios conlleva para el jugador galo.
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Hace 8 meses, Ancelotti era el mejor entrenador de la historia del Real Madrid
El equipo de Ancelotti, que fue eliminado de la UEFA Champions League por el Arsenal, recibe al Athletic Club por LaLiga. Los blancos están a cuatro puntos del líder Barcelona.
¿Pesará la ausencia de Mbappé en el Real Madrid vs Athletic
Visto lo visto, y sabiendo que Mbappé es titular indiscutible y el jugador franquicia del club, el gran problema que tienen él mismo y el equipo es que a esta versión de Mbappé no se le echará demasiado en falta.
Sí sus goles y su fuerza, pero no sus cabalgadas, su zancada o su velocidad. Porque en la posición de delantero centro en la que Ancelotti le ha colocado da la sensación de que Mbappé juega mermado.
Sin espacios donde aprovechar su punta de velocidad, Mbappé parece enclaustrado en una jaula de oro donde marca goles pero su incidencia no es la misma que tenía en París.
Y ese es otro problema: por más que desde el club se afanen en ponderar su papel de actor principal, Mbappé sigue por debajo de Vinícius en importancia en ataque. Y eso que el año del brasileño tampoco es bueno.
El Real Madrid de este año está sufriendo por una deriva peligrosa que ya alertamos hace tiempo en ESPN: ni las sensaciones son buenas ni, mucho menos, la planificación de la plantilla acertada. Sí a eso le sumamos que Mbappé, que llegó para ser diferencial, vuelve a ver los mismos fantasmas que a principio de temporada la cosa puede que no acabe bien.
Eliminados en la Champions League, a siete puntos del Barcelona en LaLiga y con una final de Copa del Rey contra los culés, se vienen semanas difíciles para un Kylian Mbappé que tiene que resarcirse para acabar de la mejor forma posible un año que, a nivel colectivo, ya no es tan bueno como parecía. Y todo empieza por recuperar un ese estatus que el francés nunca tuvo de ser el jugador franquicia en el campo por méritos propios y no por relato público.
